¿Está bien que el Estado fije el máximo o mínimo precio para el producto?

Dentro del escenario económico de Chile, siempre esta pregunta ha sido objeto de debate de si el Estado debiera tomar esta responsabilidad, Esta pregunta, no sólo resuena dentro de universidades, sino en los pasillos del poder político y en las conversaciones cotidianas del funcionamiento del mercado. En este blog explicaremos los argumentos a favor y en contra de la intervención del estado en la fijación de precios.

 

¿Qué son los precios mínimos y máximos?

Antes de profundizar en el meollo del debate, es importante comprender qué significan los términos “precios máximos “y “precios mínimos “. En su forma más simplificada, el precio máximo representa un límite superior impuesto por el estado sobre el precio al que un bien y servicio puede ser vendido en el mercado, mientras que el precio mínimo, es el piso limite por debajo del que no se permite que los precios caigan.

 

Fijar el precio máximo

Una de las razones más citadas para la fijación, es la protección del consumidor contra la explotación por parte de los productores. En situaciones donde la demanda supera con creces la oferta, los precios pueden dispararse dejando a los consumidores vulnerables a prácticas injustas. Además, los defensores de los precios máximos argumentan que estas políticas pueden ayudar a controlar la inflación y garantizan el acceso equitativo a bienes y servicios esenciales, como la atención médica y alimentos.

Ahora la otra cara de la moneda es estar en contra de estas prácticas, ya que una de las críticas a estas políticas es que nos pueden llevar a una distorsión en el mercado, creando escasez de productos y desincentivando a los productores y la innovación.

Además de que exista la posibilidad y el riesgo de que los precios máximos generen un mercado negro, donde los bienes se vendad a precios más baratos de forma ilegal, empeorando el problema que en un principio buscaba resolver.

 

Fijar el precio mínimo 

Como en el primer caso, el fijar un precio mínimo también tiene beneficios, principalmente la protección del ingreso de los productores, ya que esto garantiza un ingreso mínimo por sus productos, lo que proporciona estabilidad financiera y les permite cubrir sus gastos de producción, esto es sumamente importante en el sector de la agricultura, donde los precios son volátiles dependiendo de factores externos. y también esto estimula la producción nacional, ya que al garantizar precios mínimos se disminuye la dependencia de las importaciones.

Por el contrario, de igual forma existen razones válidas que no apoyan la fijación de precios mínimos. En primer lugar está el ineficiencia económica, al mantener artificialmente en funcionamiento actividades no rentables, lo que conduce a una asignación ineficiente de recursos, adicionalmente, al desequilibrar la oferta y la demanda, esta fijación de precios puede distorsionar el mercado, generando excedente de producción y acumulación de inventarios no vendidos, otro punto sería un desincentivo de innovación  y la mejora de la productividad, ya que los productores podrían volverse complacientes al asegurar  un ingreso independientemente de la calidad de su producción.

 

Teniendo en cuenta los pros y los contras de cada situación, podemos generar nuestras propias conclusiones, y para esto es necesario entender que todo es un “DEPENDE “, depende de los contextos geográficos, culturales, políticos, económicos, entre otros.

Así que, crees que ¿está bien que el estado fije el máximo o mínimo precio para el producto?